hoy visitamos...

Con motivo del 25 aniversario del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Granada,  hemos podido disfrutar una jornada de puertas abiertas para visitar este edificio, tan emblemático para los granadinos, pero también tan desconocido, dado que alberga las Secciones de la Audiencia Provincial y las Salas del Tribunal Superior de Justicia Andaluz y no es visitable habitualmente.

Al ser el fin de esta entrada más visual que informativo, os dejamos  este enlace, donde, si os interesa, podeis ampliar información sobre el mismo.

cada mañana ofrece una cara distinta, según la luz que domina Granada

Patios claros, que un día pertenecieron a la  cárcel de la ciudad,  y que  cuesta imaginar como lugar de ajusticiamiento

 

donde hoy, cuentan las malas (o buenas) lenguas, vive aún el fantasma del verdugo que a veces pasea bajo los arcos

tantomonta montatanto Isabel como Fernando (el católico)

rincones donde oir el silencio, o pararse únicamente a mirar el tiempo detenido tras los cristales

pasar miedo ante la urna donde se exhibe el garrote vil, con el que ajusticiaron, entre muchos otros, a la gran heroína de la libertad Mariana Pineda

la biblioteca, en la planta superior, que abre paso a una terraza maravillosa desde donde contemplar la cara más bonita de Granada.. todo un lujo trabajar aquí, ¿no os parece?

campaña y reloj

el mágico Albaycin

ver las nubes bajo un cielo atormentado

y dejar saltar el corazón por la baranda, cuando no puedes más que contener la respiración... cuando no se puede resistir tanta hermosura a tus pies

¡Os doy mi corazón! ¡Dadme un ramo de flores!
En mis últimas horas yo quiero engalanarme.
Quiero sentir la dura caricia de mi anillo
y prenderme en el pelo mi mantilla de encaje.
Amas la Libertad por encima de todo,
pero yo soy la misma Libertad. Doy mi sangre,
que es tu sangre y la sangre de todas las criaturas.
¡No se podrá comprar el corazón de nadie!
Ahora sé lo que dicen el ruiseñor y el árbol.
El hombre es un cautivo y no puede librarse.
¡Libertad de lo alto! Libertad verdadera,
enciende para mí tus estrellas distantes.
¡Adiós! ¡Secad el llanto!
¡Vamos pronto! 

 

Mariana Pineda

Federico García Lorca